¿QUÉ OCURRE CON LA ECONOMÍA EN PORTUGAL?

 ¿QUÉ OCURRE CON LA ECONOMÍA EN PORTUGAL? 


 



















Portugal es un país pobre en cuanto a niveles de renta per capital se refiere, pero, pese a ello, se ha convertido en el alumno aventajado de la Comisión Europea en los últimos años, pues gracias a su disciplina fiscal ha logrado un equilibrio presupuestario sin generar un visible malestar en la población del país luso.

 

Portugal va desarrollándose según el transcurso de los años, intentando auto-superarse, por ello, el año pasado fue el segundo ejercicio consecutivo en el que Portugal estuvo muy cerca del equilibrio presupuestario absoluto. Y es que, pese a sus reducidos niveles de PIB per cápita, en el mercado de deuda Portugal paga un interés inferior que el español y el italiano, reflejando así las perspectivas de las agencias de rating.

 

Alvise Lennkh y Giulia Branz, analistas de Scope Ratings, explican las claves para entender el éxito económico del 'vecino pobre' de España: 

"La estabilidad política de Portugal y el renovado compromiso de su Gobierno de consolidar las finanzas públicas mantendrán su ratio de deuda pública en una firme trayectoria descendente, al contrario que sucede en España e Italia. El ajuste económico y fiscal de Portugal desde la crisis ha sido impresionante".

 

Además, el crecimiento de Portugal ha ido superando la media de la zona euro desde 2016, en torno al 2,5% anual. A au vez, el déficit fiscal disminuyó alrededor del 0% del PIB en 2019, en comparación con 2010 que presentaba un 11,4% del PIB.
Portugal tenía como propósito reconducir un déficit público que llegó a ser del 11,4% del PIB en 2010 sin causar un estropicio social en el país. A día de hoy, como hemos dicho anteriormente, el objetivo parece prácticamente cumplido. Pues, es el segundo año consecutivo cuyo déficit público ha sido inferior al 0,5%.
Además, la deuda pública se ha reducido en 12 puntos porcentuales hasta el 120% del PIB, y, pese a seguir siendo una cifra muy elevada, Portugal terminó el año con un déficit público de 599 millones de euros, permitiendo así el cumplimiento del objetivo del 0,1% del PIB fijado para 2019.
 Las medidas estructurales aprobadas durante los años más duros de la crisis junto al buen comportamiento de la demanda interna han ayudado a Portugal a llegar a ser uno de los países más adelantados de Europa en cuanto a rápidos cambios en el PIB se refiere.  Uno de los aspectos que ha facilitado este proceso ha sido los recortes en gasto público, pues el Gobierno de Portugal gastaba en 2010 el equivalente al 51,9% del PIB, y ha conseguido reducido hasta el 43,5% de gasto actual, suponiendo un recorte de más de ocho puntos porcentuales desde entonces. Por otro lado, el mercado laboral pasó de presentar una tasa de paro del 17% en 2013 al 6,7% de la actualidad. 

 Asimismo, desde el departamento de investigación de CaixaBank destacan que los ingresos crecieron un 4,3% inter-anual en 2019. Junto a los ingresos fiscales y contributivos crecieron un 4,6% inter-anual. Además, cabe destacar que los impuestos directos, indirectos y aportaciones a la Seguridad Social se quedaron por debajo de lo estimado recientemente por el Gobierno.

Los ingresos de las administraciones públicas crecieron en 1.131 millones hasta noviembre del pasado año.

Además, cabe destacar el crecimiento de la partida destinada a salarios de los profesionales del sector sanitario (7%), de educación (3,2%) y pensiones (5,5%). La inversión creció un 20,6% en la Administración Central, en especial en el sector del transporte público, hasta llegar a alcanzar el mayor desembolso en toda la década.

Así pues, observamos un superávit del 0,2% con un crecimiento económico del 2% en 2020.  Además, la tasa de desempleo cae por debajo del 7%. Resultando  que la balanza por cuenta corriente de Portugal está por debajo del equilibrio y el sector bancario se ha recapitalizado y reestructurado. Para ello, es necesario que las prioridades  reducir la deuda pública, mientras se aumentan los salarios públicos y gastos sociales. Para ello, se deberían hacer los siguientes cambios:

1. Aprovechar el crecimiento --> Las autoridades portuguesas han aprovechado el entorno económico favorable para hacer frente a las vulnerabilidades de las finanzas públicas que aún existen en el país. El compromiso de mantener una postura fiscal se refleja en el plan presupuestario de Portugal para 2020, esperando un superávit presupuestario del 0,2% del PIB y un superávit primario por encima del 3% del PIB.
2. Fortalezas --> Portugal quiere internalizar su economía en los sectores  industriales en los que presentan más fortalezas. 
3. Inversión --> "Portugal destaca por la seguridad, la ubicación y su costa, el clima, la buena acogida de personas y ser un país con un nivel de vida asequible pero con una buena oferta gastronómica, cultural y de infraestructuras que compite con las mejores ubicaciones europeas”.


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